En el presente tema nos hemos enfocado en el conocimiento y análisis de las programaciones didácticas de una asignatura, en este caso, de inglés. Aunque cada docente las puede enfocar a su manera, hay ciertos aspectos que son condición sine qua non para que una programación esté completa. Estos tienen que ver con los elementos curriculares (objetivos generales, específicos, competencias, criterios de evaluación, etc.).
En nuestro grupo, hemos elegido uno de los centros escolares en los que estudiamos. A partir de la rúbrica de evaluación usada para las oposiciones, analizamos individualmente la programación para luego hacer una puesta en común. Todas coincidimos en las mismas carencias y virtudes del documento. Nos ha parecido interesante, como bien mencionamos en la presentación, el formato original, alejado del decreto de currículo, que presentaba. También destacamos su claridad y flexibilización a la materia de inglés. No obstante, ciertos puntos (el plan lector, los elementos transversales, etc.) estaban tratados muy por encima o no del todo completos, además de no haber una relación expresa y/o específica entre los distintos elementos curriculares.
He aquí la presentación de Power Point para refrescar la exposición que nuestro grupo realizó.
En un curso académico como este, en el que una pandemia mundial ha azotado los cimientos político-económicos de los países, provocando el caos social, también el ámbito escolar se ha visto profundamente afectado. La inestabilidad se refleja en las programaciones didácticas, en las cuales, muchas de las actividades lúdicas previstas (sesiones de teatro, cines, etc.) no se pueden llevar a cabo, el temario no se finaliza, es inviable contar con auxiliares de conversación, etc. Con todo, esto demuestra una vez más que una programación didáctica es susceptible de modificaciones, ampliaciones y reducciones sin que, por ello, se pierda la esencia del plan inicial y sin que se merme la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje.
La segunda parte de esta unidad la dedicamos a la creación de una programación didáctica motu proprio, tras haber visto y expuesto las programaciones de diversos centros de Galicia, basándonos en las exigencias y directrices de las oposiciones. Entre todos tratamos de conjugar los conocimientos que tenemos de los elementos curriculares para dar forma a una programación en la que no faltase: una buena contextualización del centro; una base legal de apoyo; unos objetivos concretos y viables (empleando infinitivos para su redacción); unas competencias reales ligadas a unos contenidos; una temporalización lógica distribuida entre los distintos trimestres; una metodología innovadora y activa; unos recursos (en la medida de los posible electrónicos) útiles y enfocados a un aprendizaje funcional y real del idioma; una atención a la diversidad adecuada, flexible, actualizada y ejemplificada; un plan lector posible y atrayente; una evaluación clara, concisa y precisa (que especifique los distintos tipos) y, finalmente, una evaluación de la programación y de su éxito o fracaso tanto a nivel de resultados como a nivel de procedimientos. Todo ello habrá de ser perfectamente coherente, cohesionado y secuenciado.
Esta actividad en equipo no ha resultado fácil, ya que no es sencillo trabajar toda una clase al mismo tiempo y establecer una conexión. Así, nuestro grupo (que teníamos asignado el último de los apartados) dependíamos directamente del trabajo anterior de nuestros compañeros, para poder cumplimentar correctamente las fuentes bibliográficas y las conclusiones finales.
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